Número de visitas

lunes, 29 de agosto de 2011

9. Descontrol.

La verdad es que no tenía muchas ganas de ir al centro con Elisa y la gente y cuando me refiero a gente, me refiero a Mateo. Hoy quería relajarme, darme un buen baño, leer, y sobretodo y lo más importante, estar tranquila, mientras que nadie le molesta. Pero desafortunadamente, no podría hacer todas esas cosas en esa tarde, ya le había dicho a Elisa que sí, pero no le iba a decir que no ¿no? En todo caso, no me quedaré mucho tiempo.
Y en cierto modo, también se perderá una noche sin realizar esas cosas que tenía previsto.

Leire llega de mala gana a el lugar donde ha quedado con Elisa. Tengo que aprender a decir que no... Quizá para la próxima vez.  Observa que está ahí toda la gente con la que se junta menos Mateo, en parte se alegra. Es mejor que no se vean en cierto tiempo. Elisa la ve.
-¡¡LEIRE CARIÑOO!! Te estábamos esperando... Solo faltabas tú.
-Hola Elisa. Bueno, ya he llegado ¿no?
-Eh claro claro... Bueno ¿qué te parece si vamos a un pub que hay aquí cerca? Hoy hay ambiente.
¿¡A UN PUB!? Dios, esta se habrá dado un golpe fuerte hoy vamos... A quién se le ocurre.
-Dios Elisa, estamos entre semana dejémoslo para otro día...
-¿Qué dices? ¿Qué si? ¡Entonces vamos!
Elisa me coge de brazo y no me suelta hasta un buen rato. Me toco el brazo de mala gana... Dios que follón... Elisa me debe una gorda. Ya me debe muchas.
Llegamos a el lugar que ha propuesto Elisa.
-Elisa, Leire tiene razón esto es muy precipitado... Si nos lo hubieras dicho no hubiera ido- le dice Alex a Elisa, que esta última pone los ojos en blanco cuando escucha lo que le ha dicho la gótica.
-Que pesados... Por una vez que estamos las chicas lo fastidiáis todas con el "estamos entre semana" con el "avisa antes"... Lo dicho... ¡Olvidemos y entremos!
Parece que la única que tiene ganas de entrar junto a Elisa es Mireia. No tiene mala cara, aunque claro, con migo no la pone como es evidente.
Entramos por fin al pub. Como decía Elisa, hay un ambiente increíble... Música dance suena por unos grandes altavoces, si puedo reconocer bien la canción, definiría que es Sexy Bitch de David Guetta ese DJ que está tanto de moda.
-No sé vosotras, ¡pero yo me voy a bailar!
Elisa no se lo piensa dos veces, y se lanza como una loca en la pista de baile dónde muchísimas personas bailan al ritmo de la música casi rozándose del espacio tan pequeño que tienen.
-Puf.. Yo mejor me voy al baño.-dice Alex con una cara de asco increíble.
Sólo quedamos Mireia y yo... No puedo ni mirarle a la cara, después de lo que le he hecho. Pero ella es la que toma la palabra.
-Mira Leire, yo te considero mi amiga, y si te soy sincera, Mateo me gusta mucho. Mucho no, muchísimo. Desde que lo vi prácticamente...
-Mireia no me digas nada más. Sé lo que me quieres decir... No tenía ningún derecho a quitarte a Mateo así. Lo siento mucho de verdad, he hecho la tonta todos estos días...
-No importa. Entonces... ¿Amigas?
-Claro que sí.
Mireia sonríe y me da un abrazo. En el fondo no estoy tan arrepentida... Mateo me sigue gustando, a quién quiero engañar... Pero he sido una egoísta. Es de Mireia. ¿Cómo que 'es'? Ni que fuera un objeto. Pero bueno ya da igual, ellos dos están hechos para seguir juntos y con eso basta.
Al acto seguido, vienen Elisa y Alex juntas.
-Qué bien, habéis hecho las paces.
-Si.
-Bueno pues para celebrarlo os invito a una copa.
Todas acceden menos yo. Por la sencilla razón de que yo no bebo.
-Vamos tía, una copa no te va a matar...
A base de intentos e intentos, accedo. Hace mucho que no bebo, pero como bien que ha dicho Elisa, una copa no me va a matar, aunque claro, hay que ser consciente de lo que haces.
Nos sentamos todas en un sofá ancho y largo, con una mesa pequeña en frente.
Charlamos de esto de lo otro. Aquello. De repente Elisa se da cuenta de algo.
-Joder chicas, a qué no sabéis quién está en frente nuestra mirándonos y sonriendo...
-¿Quién?
-Eduardo, un chico moreno alto de nuestro instituto.
Lo reconozco. Mi estómago se vuelve loco. El chico aquel... El chico tan guapo con una sonrisa perfecta... Increíble...
Nuestras miradas se cruzan. Me sonríe. Pero yo sigo ahí ni me inmuto, no puede ser verdad...
Elisa se da cuenta de nuestra cruzada de miradas. Sonríe de manera maliciosa.
-Bueno chicas que nos vamos a bailar ¿A qué si? Es mi canción favorita así que...
Elisa se lleva a las otras dos chicas, y éstas como es evidente no se enteran de nada, pero acceden.
-Luego os lo explico. - le susurra Elisa a Mireia y a Álex.
Me quedo sola, pero eso no me importa... Estoy nerviosa... Sigo bebiendo el mojito de piña que me he pedido, ya se está acabando. Cuando dejo el vaso de nuevo en la mesa y alzo la vista, me doy cuenta. Él está ahí en frente mía, sonriendo con esa sonrisa tan bonita, claro.
-Hola Leire. ¿Me recuerdas?
Cómo no te voy a recordar... Si estas buenísimo.
-Hola.. Sí claro, hola Edu.
Sonrie de nuevo. Joder, esa sonrisa me vuelve loca.
-Te invito a una copa.
Me gustaría decirle que no, ya llevo dos, pero no me podría resistir, sinceramente no me he podido negar... Es tan guapo.
Las copas llegaron, me la bebí de golpe, incoscientemente.
Pido otra. Edu y yo hablamos de esto de lo otro, él se ríe yo también.
-¿Sabes? Desde el momento que te vi, pienso que eres la chica más guapa que he conocido.
-¿Qué? Ni de broma vamos...
-Te lo digo enserio.
-¿Por qué tendría que creerte?
-Mmmm...
Pero no me da ninguna respuesta, sus labios tocan los míos. Cierro los ojos. Estoy viviendo este momento, lo siento. Estoy más feliz que nunca, más que con Mateo. Lo beso. Pienso si este beso se podría repetir más veces. A lo mejor me lo da por que solo está borracho, o porque hoy tiene ganas yo que sé. A saber.
Después de cinco minutos retiramos los labios.
-Por esto, tendrías que creerme.
No evito soltar una carcajada.
Pido otra copa. Sigo hablando con Mateo. Él pide solo una Coca-Cola, pero no estoy segura.
Me levanto del sofá. No sé a donde voy, me duele mucho la cabeza. Voy a la pista de baile y empiezo a bailar de manera extraña. Me encuentro a Elisa. Me dice algo, pero no consigo escucharla, y la música no es causa. Le digo algo, sin sentido.
Voy a la barra. Pido algo, no se lo que es. Me lo bebo en tiempo record. No se que me pasa, ya veo doble. Elisa, Alex, Mireia y Edy se acercan a mi.
Pierdo el conocimiento, nose lo que pasa. Cierro los ojos y desconecto con el mundo... Me he desmayado.


domingo, 21 de agosto de 2011

8. Consecuencias.

No dejaba de disfrutar de aquella felicidad. Aquello me parecía un sueño, del que jamás quisiera despertarme. Ahora me estaba mirando, mientras que me mostraba una perfecta sonrisa.
-Eres preciosa
No podía evitar ponerme colorada... Cada cosa bonita que me decía no evitaba sonreír y reír... Porque cuando estás enamorado, ciertas cosas son incontrolabres.
Sentía aquellas mariposas en el estómago que vuelan y bailan libremente sin importarle nada... están vivas y sedientas de amor.
Estoy mirándolo. Era perfecto, no tenía ningún defecto. Pero se oyó una voz. Ella apareció.
- Pero, ¿se puede saber que coño estáis haciendo? - Jamás vi a Mireia así. No podía creerme lo que estaba viendo... Ya decía yo que tanta perfección no existía.
Mateo se puso a la defensiva.
-¿Y a ti qué? ¿No ves que necesitamos intimidad? ¡Vete! ¡Largo!
-¿Qué haces? Mira a mi no me trastas así gilipollas.
Y se fue con las manos en la cara, seguramente estaba llorando.
Me sentía fatal... Me sentía egoísta, vengo yo ahora nueva y le quito el chico a una supuesta amiga mía que llevaban juntos mucho tiempo... Debía cortar esto ahora.
-Lo siento Mateo, pero creo que será mejor que no nos volvamos a ver... Lo siento.
Y yo también me fui. Deseaba con todo mi corazón volverme decirle que estaría con él, le quería demasiado... Pero no lo hice. Y él tampoco hizo nada, supongo que se quedó en su sitio inmóvil.
Fui por otro camino para no encontrarme con la otra gente... Pasaba de polémicas... "Debería echarme nuevos amigos" pensé por un momento... Pero no creo que fuera la solución para olvidarme de Mateo... Pf estoy hecha un lío.


Después de una hora o así me encontraba de nuevo en mi cama, tal como la dejé casi deshecha. Sólo que esta vez no estaba mi ánimo como antes. Está triste. No puedo más. Tengo que hacer algo.
Se me ocurrió algo aunque no iba ha hacer mucho afecto; ver una película.
Me metí en la página de Internet en la que siempre veo películas online, y pinché en el apartado de Romance. Luego lo pensé mejor, esas películas solo me conseguirían ponerme peor. Así que pinché en comedia. Ahí, está perfecto. Paso la lista de películas. Nada. No encuentro la adecuada...
Al final opto por la de 'Bad Teacher' la nueva de Cameron Diaz.
Al cabo de 30 minutos le doy a la cruz de la ventana de Internet. No podía... Ni la película lo ha podido conseguir... Qué le vamos a acer.


La noche pasada no pude dormir... Estoy fatal enseiro. Tengo que olvidarme ya. ¿Y si le digo que sólo amigos? Buah, ni de coña me mandará a donde yo sé, además ¿de qué me sirve? Los dos estamos locos el uno por el otro asi que...
Llego al instituto.Sólo veo a Elisa como de costumbre. En su cara se podía reflejar un ánimo algo decepcionado, pero también como siempre.
-Hola Elisa.
Me hace un saludo con la mano. Creo que debo hablar con ella, ayer me marché sin despedirme...
-Ey, siento lo de ayer, estaba un poco enfadada y ni me acerqué a decir que me iba...
-No pasa nada, olvidado. Hoy hemos quedados todos para ir al centro. ¿Te apuntas? ¡Pero sin dejarnos plantados y con despedidas eh!
¿TODOS? ¿Qué querrá decir? Ahí va, ahora qué le digo... Leire hay que ser fuerte... Tu puedes...
-Vale.
-Pues después de clase te digo la hora y eso.
Y se va así como siempre, con su pelo corto y teñido con ese color caoba que tanto le favorece, con esa camiseta alegre como su expresión de ahora, con su preciosa sonrisa.
Voy para la clase de ciencias. Ando miràndome los pies, bien, las All Satar las tengo ya sucias... No van a durar mucho. En el instante en el que levanto mi cabeza veo a Mireia. Está hablando con unas chicas que desconozco. Su mirada se clava en mi, enfadada, con ganas de hacerme desaparecer... Me da miedo... Mi sonrisa desaparece de mis labios, agacho la cabeza... Me siento más mal todavía. Se me debería caer la cara de verguenza como dice mi madre... Soy una egoísta lo sé.
Lo raro y cierto es, que todavía no he visto a Mateo. Pobrecillo ayer lo dejé fatal... Sólo espero que me perdone alguna vez.