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sábado, 5 de marzo de 2011

5. Cuando menos te lo esperas, algún detalle puede cambiarte la vida.

Se acabó. He decidido, pasar. Pero... ¿Qué gano yo con esto? Es absurdo. Él tendrá su vida... Y yo por supuesto, tendré la mía.
Primer objetivo de la lista: Amigos. Se podría decir, que lo he conseguido... A medias. Todavía me quedan muchos amigos por hacer. Bueno, sólo estoy empezando por Elisa. Estoy segura, que en cierto tiempo, ya tendré una vida normal, con amigos normales, con un colegio normal, con una familia normal... En fin, ya me comprendéis... Una vida normal.

Siete y media de la mañana. A las menos cuarto en la rotonda del colegio con Elisa. Empezamos bien, estoy viendo el principio de una amistad... Pero bueno, por ahora es sólo una compañera de clase.
Elisa me esperaba con una palmera de chocolate en la rotonda.
-¡Hola Leire! Llegas justo a tiempo. Hoy hay que exponer el trabajo.
-Si ya... Pero... ¿De veras te hace tanta ilusión?
-Bueno... Es la primera vez que me curro en serio un trabajo. Será por que ns han puesto juntas.
-Será... Bueno entremos, el portero nos cerrará la puerta en las narices como no llegemos a tiempo.
Elisa corre con gran velocidad, pero yo decido ir despacio, no veo motivo por correr... Ah bueno, llegar tarde, pero supongo que eso no me importa.

Ocho en punto. Clase de Literatura. La profesora con cara de pocos amigos, recoge los trabajos... De verdad, algunas veces me entran ganas de decir: ¡Oye que sonreír es gratis, eh! Pero hay que aguantarse... De hecho, hay que aguantarse demasiadas cosas.
Nueve en punto. Clase de química. La peor hora de la semana, para mi gusto. Toda una hora entera escribiendo fórmulas... Que la verdad, de la mayoría no tengo ni idea.
Diez en punto. Dos hora de ética. A relajarse... Eso es lo que tiene tener un profesor que no hace absolutamente nada en sus clases. Pero a veces, resulta un poco aburrido... Me gusta hacer lo que quiera en las clases, pero me gusta también la ética, así que prefiero dar la segunda opción.
Doce en punto. Matemáticas... Sé lo que estáis pensando; ¡¿La última hora de la mañana con Matemáticas?! Pues desgraciadamente sí. Pero hoy la profesora estaba de buen humor. Así que hoy no damos lo difícil. Bien. Algo bueno en la mañana de un martes...
Se acabó. En menos de cinco minutos ya estaba en la puerta. Hoy me he propuesto llegar la primera para pasar más tiempo con Elisa.
Elisa salió esta vez más lenta, pero como siempre, con aire divertido.
-¡Hey Leire! Te quiero presentar a mis amigos. Esta es Mireia.
-Encantada.
Mireia era como una modelo; era alta, rubia, con el pelo largo y rubio, ojos azules, piel bronceada, ojos verdes y muy guapa. He de reconocer que era hermosísima.
-Esta es mi otra amiga Alessandra, pero la conocemos como Alex.-prosigue Elisa-
-Hola.
Alessandra o mejor dicho, Alex, diría yo que es gótica o algo así, aunque no estoy segura; Alex era morena, tenía la piel muy blanca, ojos verde claro, y un piercing en el labio inferior. Vestía de negro con cadenas y pulseras con pinchos. Espero que las apariencias engañen, porque Alex daba miedo.
-Este es mi amigo Mateo.
-Ey
Mateo era el típico deportista que le gustaban a todas las chicas: Era moreno, alto, con ojos azules y guapo. Vestía ropa deportiva.

Elisa ya me había presentado a sus amigos. Pero lo que ninguno de ellos esperaba es lo que iba a pasar en el futuro. En efecto, se veía el comienzo de amistades.


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