Número de visitas

domingo, 16 de octubre de 2011

10. Arrepentimiento.

Abro lentamente los ojos. Me duele la cabeza y siento que mis ojos cada vez están más cansados y ardientes. No recuerdo absolutamente nada. Me encuentro en una habitación blanca, estoy tumbada en una cama blanca, con un tubo que recorre mi brazo hasta llegar a mi muñeca. Deduzco que es un hospital. Me asusto. ¿Qué habré hecho para estar en este terrible lugar? No me gustan nada los hospitales.
De pronto la puerta se abre. De ella, sale una mujer de unos cincuenta años, con el pelo canoso, corto y ondulado, con unas gafitas redondas de culo de botella, y una sonrisa brillante en los labios. Era una enfermera, puesto que tenía un uniforme dónde se podía leer: 'Hospital'
¿Qué coño he hecho para estar en el hospital? Durante un instante, me asusto. Luego, la mujer anciana se acerca a mi cama con una gran sonrisa en los labios:
-Hola, preciosa ¿Qué tal estás hoy?
-Eh... Hola. Bien, bien, aunque me duele un poco la cabeza... Disculpa mi atrevimiento, pero... ¿Me podría decir porqué me encuentro aquí?
-Oh, querida, sabía que me ibas a preguntar eso... Verás, una chica con el pelo rojo te trajo hasta aquí. Estabas desmayadas... Las pruebas indican de que bebiste mucho.
-Ah ya... Bueno, muchas gracias.
La anciana sonrió, y se fue de la habitación, dejándome una bandeja con los típicos alimentos que ponen el
los hospitales.
Elisa me llevó hasta aquí... Pff me siento fatal. Yo nunca me paso de beber, es más, casi nunca bebo, pero no sé lo que me pudo pasar... Ahora no me acuerdo de casi nada.
Pensé en Edu. Un largo suspiro salió de mi boca. Pobre, a saber como le habré dejado con mi patética actuación... Me siento verdaderamente mal.
Me pregunto si sabrá mi madre algo de esto. Me da miedo con solo pensarlo... Me siento más mal aún, es más, peor, mucho peor. Mi madre lucha cada día para sacar adelante mi vida, la de mi hermana y la suya. Y yo no hago más que meterme en líos. ¿Por qué me está pasando esto? ¿Qué debería hacer?
Cojo el vaso de agua y me lo bebo en diez segundos. Basta. Esto ya no me va a ocurrir nunca. Y además, tengo que disculparme a Edu, advertirle que no soy así, asegurarle que jamás me verá más así.

Minutos después, cuando Elisa llevó a Leire al hospital.
No... Ella no es así. Se ha pasado mucho... Pobre. Aunque bueno, todos cometemos errores, así que es mejor olvidarse de este asunto. Creo que me voy a casa. No, mejor me voy con Pablo, que tiene una mini fiesta en su apartamento. No, mejor me quedo. ¿Qué hago ahora? Estoy solo, todo el mundo se ha ido ya, por la escena que ha montado Leire. Pff... Todo iba tan bien. Bueno, a lo mejor no es culpa suya... Qué le vamos ha hacer. Me apetece verla. Sí, después iré a verla al hospital.
Sonrío al recordar el beso que hemos compartido los dos... Me ha echo gracia su cara. No se lo esperaba. Sí... Leire es verdaderamente increíble.
Mireia, una de las amigas de Leire entra por la puerta principal del local. Me ve, y suelta una gran sonrisa.
-¡Hola! Tú debes de ser Edu ¿me equivoco?
-No, no... Encantado de conocerte...
-Mireia
-Sí, eso- sonrío tímidamente.
Mireia es muy guapa... Se puede decir que es el tipo que le gusta a cualquier chico, es perfecta. Aunque Leire también, o incluso más. Sí, mucho más.
Mireia se sienta al lado mía, muy cerca. A decir verdad, demasiado cerca. ¿Qué hago si me quiere tirar los tejos? No, Edu, tu estás con Leire. Un momento... ¿Estoy con Leire? Pf, por lo que ha pasado a lo mejor no recuerda ella ni que nos hemos visto... Da igual, ahora me gusta ella. Y mucho.
-Bueno, tu eres de 2º ¿no?
-Sí, pero he repetido. Debería estar fuera del instituto...
-Así que has repetido... Eso me gusta.
No, porfavor... Es lo que sospechaba... Ahora ¿qué hago? ¿Le sigo el rollo? ¿Le dejo así sin más? Por dios...
Un "bep, bep" vibra en mi bolsillo acompañado de una melodía.
¡Si, estoy salvado! Es Elisa. Se lo agradeceré...
-Perdona, me están llamando
-Claro, cógelo- Mireia hace una mueca.

-¿Sí?
-Edu, ya hemos dejado a Leire en el hospital. Los médicos no han dicho que no es nada grave.
-Uf, menos mal. Muchas gracias Elisa.
-De nada. Nos vemos mañana. Chao
-Adiós
Cuelgo yo primero. Ya tengo una excusa perfecta para irme de allí.
-Pf, Mireia lo siento tengo que irme... Mi madre me ha dicho que vaya ya para mi casa que tengo mañana que madrugar para ir al médico.

-Ah, vale... Adiós.
-Adiós y lo siento.
Voy a salir de la puerta cuando...
-¡Espera Edu! ¿No quieres que te lleve en coche?
-No no, de verdad ya me cojo un taxi o el bus.
-De verdad, que no es molestia...
-No te preocupes.
-Jo, encima de que me dejas sola...
Me siento obligado a ir con ella... Una excusa para que no ligue con migo y mira... Dicen que es un poco... Golfa. Si, esa es la palabra... Así que a evitarla todo lo que puedas, Edu.
-Bien, de acuerdo.
Mireia sale divertida del local. Yo sin embargo, suspiro.
Llegamos a su coche, un audi negro muy espacioso.
-Entra, vamos.
Suspiro, y me siento en el sitio del copiloto.
En el trayecto nadie habla. Mejor. Alguna vez que otra, Mireia me pregunta o comenta algo sin importancia, pero yo me limito a contestar con un 'Sí', 'No', 'Ya...'
Va a empezar a sospechar, pero me da igual.
-Bueno, y con Leire qué...
-¿Leire? Bien, bien....
-Vamos Edu no soy tonta. Se nota que le gustas.
-¿Yo?
-¿Quién si no? ¿Y a ti te gusta ella?
-Yo, eh, bueno...
Gracias a dios, puedo ver mi casa a lo lejos.
-Mireia hemos llegado ahí es mi casa.- Mireia hace una mueca de fastidio y conduce para la dirección donde se encuentra mi casa.
Estoy dispuesto ya a abrir la puerta.
-Bueno, ¿no te vas a despedir de mi?
-Claro.
Me dispongo a darle dos besos en las mejillas, pero ella es mas rápida y me da un beso corto en los labios.
-Adiós.
No respondo. Salgo del coche, culpable y malhumorado, y entro en mi casa.
Lo que no quería que pasara, ha pasado de la manera más tonta.